Prueba de la Fujifilm Instax Mini Evo

Veredicto

Una cámara instantánea encantadora y de gran aspecto que llega con una gran cantidad de opciones de objetivos y filtros. La Instax Evo es la mejor cámara híbrida que ha lanzado Fujifilm, y las ventajas digitales añadidas harán difícil volver a las opciones puramente analógicas.

Introducción

La Instax Mini Evo es la última, y cómodamente la mejor, cámara instantánea híbrida de Fujfilm. También es uno de mis productos tecnológicos favoritos que he analizado en mucho tiempo.

Gracias a su diseño vintage y a sus funciones internas más modernas, la Evo Mini es un buen punto de partida para alguien que quiera iniciarse en la fotografía instantánea.

Combina un sensor digital de 5 megapíxeles con una impresora Instax Mini, añadiendo un montón de efectos para personalizar las fotos. Dispone de conectividad Bluetooth para conectar aplicaciones de smartphone, carga USB y ranura para tarjeta micro SD.

Diseño y pantalla

• El diseño retro queda genial
• La pantalla trasera de 3 pulgadas se ve bien, pero tiene problemas en condiciones de mucha luz
• Muchos diales y botones manuales para explorar

La Instax Mini Evo tiene un aspecto estupendo. Tiene una estética de cámara vintage que imita a algunas de las cámaras de gama alta de Fujifilm, como la serie X100, con adornos de piel sintética y una selección de diales y palancas para explorar.

Sin embargo, si la coges, te parecerá una cámara instantánea bastante barata. La construcción es casi totalmente de plástico y carece del acabado pesado que cabría esperar de un modelo más caro. Aun así, la combinación de colores negro y plata es de buen gusto, y el cuerpo de plástico mantiene el peso bajo, lo que te permite meterla en una bolsa con facilidad.

En la parte frontal hay un gran objetivo circular, un interruptor para encender la cámara, un módulo para el flash y uno de los dos botones del obturador. En la parte superior encontrarás otro botón del obturador, un dial que te permite desplazarte fácilmente por los filtros preestablecidos sin tener que complicarte con los menús y, una de mis adiciones favoritas a esta cámara, una palanca física de la que puedes tirar para imprimir una instantánea. Esto último es un toque brillante que añade algo de tacto al proceso de impresión.

En la parte trasera de la Mini Evo hay una pantalla LCD de 3 pulgadas para ver las fotos antes de imprimirlas, junto con un control direccional para navegar y tres botones. Como se trata de una cámara instantánea, la película se coloca debajo de la pantalla y queda perfectamente recogida.

La pantalla en sí está bien para lo que sirve, y ofrece una representación decente de la imagen que vas a imprimir. No es la más nítida ni la más colorida, pero tampoco lo es la imagen que se imprime. Tuve problemas para ver correctamente la interfaz en un día muy soleado, pero la visibilidad en interiores era mucho mejor.

Curiosamente, la interfaz por la que navegarás en la pantalla está bloqueada en orientación vertical, aunque el diseño de la cámara hace que se vea bien tanto si disparas en vertical como en horizontal. Habría sido estupendo ver un acelerómetro en el interior, capaz de cambiar inteligentemente la disposición en función del modo en el que estés disparando, o incluso una simple opción de rotación manual.

Características

• Conectividad con smartphone mediante Bluetooth
• Carga micro-USB
• Varias opciones de filtros y objetivos

Puesto que se trata de una cámara instantánea híbrida, naturalmente viene con algunas habilidades más que la Instax más tradicional. Para mí, merece la pena considerar esta cámara por la ventaja de no tener que gastar tinta y papel caros en una foto que sale borrosa. Tras un mes o así de uso intensivo de la Mini Evo, no me imagino volviendo a una cámara instantánea tradicional: la experiencia aquí es simplemente más refinada, sin perder ni un ápice de encanto.

La Mini Evo puede almacenar unas 45 imágenes en su memoria interna, o puedes introducir una tarjeta microSD para aumentar esa cantidad. También hay una aplicación para transferir instantáneas al teléfono, pero sólo puedes transferir las imágenes que hayas impreso, no las que tengas almacenadas en la cámara. Parece una limitación confusa, que con suerte podría eliminarse en una futura actualización del software.

Cuando disparas, hay múltiples opciones de filtros y objetivos accesibles con un rápido giro del dial superior y, como con cualquier tipo de filtro, los resultados dependen en gran medida del gusto personal. Yo solía quedarme con los que alteraban el aspecto sutilmente, en lugar de convertirlos en sepia. Los efectos de lente incluyen viñeteado, enfoque suave y desenfoque; mientras que las opciones de filtro incluyen vívido, pálido y monocromo (entre otras).

Una vez tomada la foto, tienes la oportunidad de comprobar que está en condiciones antes de imprimirla. También puedes imprimir las fotos que ya hayas hecho en otro momento, si te quedas sin papel durante el proceso.

El proceso de impresión en sí es rápido y sencillo. Haz una foto, comprueba la calidad y tira de la palanca para iniciar la impresión. Aparece una pequeña animación en la pantalla y, unos 20 segundos después, la foto sale y empieza a revelarse.

La Mini Evo se carga mediante microUSB, lo que es una pena cuando el USB-C se ha convertido en algo común en casi toda la tecnología. Una carga completa tardó algo menos de tres horas, lo que permitirá a la cámara capturar aproximadamente 100 fotos. Por supuesto, empieza a imprimirlas y agotarás la batería mucho más rápido. Por ejemplo, agoté completamente la batería imprimiendo unas 25 instantáneas.

Calidad de imagen

• Las imágenes muestran una buena saturación y un agradable aspecto retro
• El rendimiento con poca luz no es muy bueno
• Utiliza película Instax Mini

Una vez superada la naturaleza híbrida de la Mini Evo, las imágenes reales que produce son bastante estándar, al mismo nivel que otras cámaras Instax Mini.

Las imágenes son decentes, con colores vivos y suficiente detalle teniendo en cuenta su pequeño tamaño. Y lo que es más importante, las fotos son encantadoras y divertidas. Esta cámara nunca va a rivalizar con las imágenes captadas en uno de los mejores teléfonos con cámara -mira, dudo que puedas comprar un teléfono Android que haga peores fotos-, pero eso no viene al caso.

Los puntos especialmente oscuros y brillantes no suelen salir demasiado bien, pero aprender lo que queda bien (y lo que no) forma parte de la experiencia al utilizar una cámara de este tipo.

Pasé mucho tiempo fotografiando a mi perro, y la cámara hizo un buen trabajo sacando algunos de los colores más vivos del pelaje. Sin embargo, los tonos de piel tendían a parecer un poco pálidos, sobre todo en el modo de disparo predeterminado. La Instax Evo Mini incluye un flash para situaciones de poca luz, pero no puedo decir que me guste cómo salen las fotos por la noche, a menos que haya otra fuente de luz potente en la habitación. Además, me costó mucho enfocar las fotos cuando la iluminación no era óptima.

Recorre las distintas opciones de filtros y objetivos y las fotos pueden variar mucho. Cada una tiene un aspecto distinto cuando se imprime, lo que es agradable de ver y añade una variedad que a menudo falta en las cámaras Instax. Sin embargo, una vez que has capturado una imagen, no puedes cambiar o quitar el filtro, ni tampoco puedes añadir un filtro a una imagen que se tomó sin él.

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